APORTANDO IDEAS...
Antes de iniciar, quiero recordarles una entrada anterior, la cual hablaba de un paciente nuevo en la clínica y que, en resumen,había sufrido múltiples fracturas de tibia y fue necesario injertos de piel en la zona. ¿Lo recuerdas?
He aquí la entrada del blog, que he mencionado |
Pues, el día de hoy tuve la oportunidad de estar con aquel paciente, eso me emocionó mucho y la verdad me resultó ser un día muy interesante.
No pude observar toda la sesión, pero lo importante fue que pude auxiliar a mi compañero de Práctica clínica 2, él cual me permitió colocar el ultrasonido en una de las heridas del paciente.
El ultrasonido fue aplicado en una zona con cicatriz en formación y neovascularización periférica a la herida, se aplicó con la finalidad de favorecer la alineación de fibras de colágeno, la dosificación fue la siguiente: frecuencia 1MHz, frecuencia de trabajo: 100Hz, intensidad: 0.5 w/cm2, ciclo de trabajo: 20% durante 5 min.
Durante la aplicación me puse un poco nerviosa, ya que la cicatriz formada se encuentra muy irregular y los bordes no me permitían colocar bien el cabezal del ultrasonido, además podía observar como algunos trocitos de piel se desprendían, razón que me preocupó mucho, pero el compañero presente me dijo que era normal y que lo hiciera todo con seguridad; así fue.
Al terminar, limpiamos muy bien la zona y retiramos todo el gel en la piel. Posteriormente, el paciente fue trasladado al salón de robótica, donde se encuentra un aparato de magnetoterapia, semejante a la imagen de abajo.
El paciente es introducido y recostado en la camilla, el aro (magneto) rodeaba el miembro inferior comprometido, esto se realizó con el objetivo de estimular la circulación, efecto estimulante sobre la formación del callo óseo (síntesis de colágeno) principalmente por retardos en la consolidación. Se aplicó durante 15 minutos y con ello se finalizó la sesión.
El día de hoy me pareció muy interesante y tuve la oportunidad de ayudar en la sesión.
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