APRENDIENDO POCO A POCO

En este día aprendí varias cosas y tuve experiencias totalmente nuevas, por lo cuál me sentí muy tranquila y satisfecha.

Aunque no tuve la oportunidad de observar la sesión completa de algún paciente, pude observar e involucrarme en 2 sesiones diferentes.

En la primera, se encontraba una paciente de 20 años de edad, con alteraciones posturales que le han derivado modificaciones biomecánicas y por lo tanto, dolor general en el miembro inferior izquierdo, durante actividades físicas. Posee un talovalgo izquierdo muy pronunciado, tibia derecha en rotación interna y hallux valgus derecho, lo que le ha alterado la marcha significativamente.

En primera instancia se le aplicaron corrientes interferenciales en ambos músculos gastrocnemios y se colocarón compresas calientes, con fines analgésicos.

Posteriormente se le realizó movilización de tibia, en dirección a rotación externa, movilización artrocinemática en calcáneo y astrágalo (para disminuir dolor, mejorar rango de movimiento y reposicionar tobilllo) y decoaptación del ástragalo.

Para finalizar se realizaron estiramientos para músculos isquiotibiales, cuadriceps y tensor de la fascia lata.

Tuve varias dudas sobre la intervención, pero éstas no me fueron aclaradas, causa que me desanimó un poco. 

No hay momento malo, más bien es
una pausa para esperar algo mejor.

Más tarde, todo cambió, pues tuve la oportunidad de auxiliar en la sesión de una paciente con miembro inferior derecho amputado, lo que me resultó muy interesante.

La paciente se encontraba muy animada, al parecer ya le habían aplicado agentes físicos entre otras cosas y era momento de hacer algunos ejercicios para mejorar su coordinación, propiocepción, y rotaciones de tronco con base de sustentación monopodal. Para ello, se colocó a la paciente entre las barras paralelas, frente a ella se encontraba su andadera y detrás una silla, alrededor se encontraban dos compañeras auxiliando en la prevención de alguna caída.

El primer ejercicio consistió en aventar una pelota y la paciente debía atraparla y arrojarla, sin perder el equilibrio y evitando sujetarse de las barras o de las compañera. La velocidad fue aumentando así como la dificultad para aventar la pelota, después se utilizó una pelota más pequeña. Posteriormente la paciente debía realizar rotaciones de tronco y aventar la pelota y atraparla, fue una actividad que le resultó muy difícil y cansado, pero a pesar de ello lo intento muchas veces.

Me pareció una sesión muy interesante y dinámica, tanto la paciente como las practicantes lo disfrutamos mucho y tuvimos la oportunidad de interactuar con la paciente.